miércoles, 24 de octubre de 2012

CESAR Y YO...KARATEKAS










CESAR Y YO KARATEKAS
Una vez Cesar y yo notamos que la escuela de Tae Kwan do tenía una oferta de los primeros 3 meses gratis. Le dije… que,  ¿nos subscribimos?  Simón dijo Cesar, y nos metimos al salón donde daban las clases y nos subscribimos…
Las primeras 2 semanas fueron muy duras ya que hacíamos ejercicios y estiramientos que no estábamos impuestos, me acuerdo que uno era que uno se sentaba con las pies y las manos todo junto y el otro se subía arriba para que los músculos se ablandaran.
 A la tercera semana ya nos empezábamos a imponer a las friegas de 2 horas de ejercicios intensos al día y comenzamos a practicar patadas y golpes de karate, al fin estábamos llegando a donde queríamos. Practicar defensa personal…
Me acuerdo que aprendimos a desarmar a un atacante ya sea con navaja o pistola, me gustaba el de la navaja porque nos enseñaron cómo hacer para que se la enterrara solo el atacante…nunca he tenido que poner en práctica nada de lo aprendido, es lo bueno…. jajaja por qué no creo que funcione después de tanto tiempo y vida sedentaria…..jajaja
Después del segundo mes ya entrando al tercero, yo sentía ya una gran agilidad, aguantaba bien las rutinas de ejercicios y corría bastante , además ya sabíamos algunas patadas y golpes , nos evaluaron y nos hicimos acreedores de la cinta marrón segundo dan……creo que así le decían.
Pues un DIA me acuerdo que estábamos entrenando patadas con unos cojines de plástico cuadrados que uno los sostenía con una mano...( como un escudo de los romanos) mientras que el otro le tiraba patadas, el cojín era de nylon con una costura todo alrededor, tipo como Las sillas de los 80s..
Pues le toco a cesar sostener el cojín primero para que yo le diera patadas, le di algunas patadas de práctica y me prepare para darle una buena…. Camine para atrás y agarre vuelo, di tres pasos y salte muy alto, di 3 giros en el aire y le propine un tremendo patadón al cojín que me acuerdo que casi tire a cesar….
Me dijo….que padre te salió esa patada te dejaste caer felicidades eres muy perrón. Y quien sabe que cosas más me decía, yo me sentía bien perrón.
Después me toco detener el cojín y a Cesar patalearlo, pues tiró algunas buenas patadas de práctica y al igual que yo sé preparo para una patada espectacular, camino hacia atrás, tomo impulso, corrió hacia adelante, brinco, dio 2 giros….y cuando estaba a punto de tirar la patadota mortal,….lo mire con miedo pues él era más grande y pesado que yo, pensé: me va. A pasar para el otro lado de la pared, pues lo mire que venía con mucho impulso, sentí que si no me quitaba me iría muy mal pues era mucha la fuerza con la que venía. Muchas cosas pasaron por mi cabeza, cuando mi cerebro tomo la decisión de quitarse del camino, yo no quería, fue algo que yo no planeé, quizás el miedo….
 El caso que cuando estaba a punto de dar la gran patada me saque para un lado y con la costura del cojín le alcancé a atorar la uña del dedo gordo y se le arranco…por si fuera puco con el jalón le di vuelta y cayo de panzazo, lo mire con cara como que no podía creer lo que había pasado y a la vez como que se quería levantar y patearme el trasero.
Solo que no podía pues cuando se levanto le estaba saliendo mucha sangre de la uña y traía un regadero de sangre por todo el salón, yo le dije que me disculpara pues me dio miedo de cómo venia duro el patacón, le dije si no me quito me matas y serias tu el que se estaría disculpando con mi jefa….después le pusimos una venda y lo curamos y nos reímos toda la tarde. Al poco tiempo se vencieron los 3 mese gratis y no hallábamos como decirle al maestro que nos íbamos a salir de la clase. Me arme de valor y le dije….me contesto… ¡está bien al cabo que ya no los quería en la clase! Son muy vagos e inquietos….

¡Hasta la próxima amigossss! 










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